Leí este libro por primera vez a los 13 años. Recuerdo cuando mi maestra de Literatura pidió que lo compráramos, nunca llegamos a utilizarlo por lo cual estuvo casi un año sin ser usado, una tarde de aburrimiento decidí buscar algo interesante entre los libros antiguos, de hecho este libro no era antiguo, pero el no usarlo provocó que terminará ahí, cogí el libro y la curiosidad de saber que tan bueno era me invadió. No pude parar de leerlo hasta que lo terminé rápidamente, lo cual resulta impresionante debido a que mi gusto por los libros era reducido. Su lenguaje sencillo e historias cortas me fascinaron, ya que reflejan la vida cotidiana en diversos aspectos.
Seleccioné dos de mis cuentos favoritos del libro con el fin de invitarte a leerlo y compartir esta experiencia.
Sólo para fumadores:
Lo primero con lo que me topé fue un título que decía “Sólo para fumadores”, definitivamente me atrajo de inicio a fin, considero que es uno de los mejores cuentos que hay en este libro. La descripción de todos los sucesos por los que pasa el protagonista debido a su adicción al tabaco es impresionante, el conseguir a como dé lugar los recursos para obtener el elemento infaltable en una noche de redacción “ el cigarro”, sin importar perder todos sus valiosos libros, sin importar e daño que sufría su organismo con cada uno de estos, y fue aún más impresionante cuando entendí que todas las experiencias relatadas en esa historia era una parte de la vida del autor Julio Ramón Ribeyro quien logra transmitir todo el sufrimiento que le traía su enfermedad y lo difícil que era controlarla, llegando incluso a encontrarse en escenarios que nunca hubiera imaginado. La historia finaliza relatando que no logró dejar su adicción.
Alienación:
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